Entre Balcarce y Mar del Plata, en la provincia de Buenos Aires, se encuentra una propiedad de ensueño que captura la esencia de la belleza natural. Rodeada en tres lados por la histórica "Sierra de la Vigilancia", esta tierra ofrece una ubicación privilegiada que se alza sobre el valle, otorgando vistas panorámicas que abarcan desde la Laguna La Brava hasta el horizonte.
La propiedad no solo se beneficia de su ubicación única, sino que también está convenientemente ubicada a tan solo 40 minutos del aeropuerto y las famosas playas de Mar del Plata. Esta combinación de tranquilidad y accesibilidad la convierte en un tesoro inigualable.
Con un extenso terreno de 216 hectáreas, la propiedad abarca una rica variedad de paisajes, desde los pintorescos valles hasta las majestuosas cumbres de la sierra. La biodiversidad de la flora y fauna autóctonas coexiste armoniosamente con tierras agrícolas de alta calidad, que ofrecen un potencial ilimitado para una amplia gama de cultivos.
La joya arquitectónica de la propiedad es una estancia de estilo colonial español, que ofrece un total de 600 m2 de espacio habitable distribuidos en varias estructuras. El núcleo principal, construido en 1975, ha sido meticulosamente mejorado con el tiempo, fusionando la historia con la modernidad. Elementos de madera, puertas y ventanas que datan de un monasterio del siglo XVII enriquecen su carácter. Además, una casa de huéspedes y el casco original de 1950 agregan profundidad y autenticidad a esta residencia única.
La propiedad también cuenta con una completa infraestructura que incluye una casa para el encargado, alojamiento para el personal, galpones, una manga completa para el ganado y una línea eléctrica trifásica. Molinos que dan vida al paisaje, aguadas naturales, montes y hasta una cascada natural de la sierra contribuyen al encanto de este lugar.